“La etnicidad supone necesariamente una trayectoria (…) y un origen (…). Lo que sería propio de las identidades étnicas es que en ellas la actualización histórica no anula el sentimiento de referencia al origen sino que, incluso, lo refuerza. Es de la resolución simbólica y colectiva de esa contradicción que proviene la fuerza política y emocional de la etnicidad” Joao Pacheco de Oliveira
La propuesta nace del concepto del Oga Guasu, modalidad espacial primitiva que acogía en un principio varios núcleos familiares pero que con el tiempo, fue evolucionando y albergando otros programas como el modelo de templo ceremonial en el periodo post-colonial. Hoy vemos la oportunidad de volver a interpretar este espacio para solucionar una problemática socio cultural de los pueblos nativos, en este caso los Toba Qom, quienes cambian abruptamente su estilo de vida al tener limitaciones de territorio y estar cada vez más expuestos a la pérdida de conocimientos ancentrales.
La Casa de la Cultura busca establecer un punto de encuentro para reafirmar los valores de la comunidad, busca ser un espacio donde se puedan transmitir cualidades originarias pero a la vez se produzca el fenómeno de injerto cultural, la aprehensión de las disciplinas del mundo moderno. Hablamos de un recinto de 12×12 m que se cierra en sí mismo, abriéndose al cielo y dejándose ver y pasar por todos sus lados, una casa que permite que cualquiera entre, se vincule, se forme, se atienda de manera segura.